Memoria y olvido

QUIÉN TE CANTARÁ

España-Francia, 2018 (119')
Escrita y dirigida por: Carlos Vermut. Producción: Enrique López-Lavigne. Fotografía: Eduard Grau. Música: Alberto Iglesias. Montaje: Marta Velasco. Intérpretes: Nawja Nimri (Lila Cassen), Eva Llorach (Violeta), Carme Elias (Blanca), Natalia de Molina (Marta), Julián Villagrán (Nicolás), Ignacio Mateos (Álvaro), Catalina Sopelana (Diana).

El madrileño Carlos Vermut consiguió un éxito de crítica y público con su anterior película, la soberbia Magical girl, que alcanzó la poco común proeza de ganar la Concha de Oro y la Concha de Plata al mejor director en el Festival de San Sebastián. Eso fue hace cuatro años. El tiempo que ha tardado en terminar su nueva película, la muy esperada Quién te cantará. Y la espera ha valido la pena. Mucho.
Lila Cassen fue una cantante de éxito en los noventa, pero de un día para otro lo dejó todo y desapareció. Diez años después, apoyada por su fiel mano derecha, su agente/compañera/amiga/lo-más-parecido-a-una-madre, Blanca, prepara su triunfal regreso con una serie de conciertos. Pero, poco antes de la fecha sufre un accidente que le hace perder la memoria. A su vez, Violeta, que vive una vida monótona, aterrada por una hija dominante y violenta, escapa de su dura realidad cantando cada noche las canciones de su idolatrada Lila Cassen en el karaoke en el que trabaja. Un día, Blanca se pone en contacto con Violeta para hacerle una propuesta fascinante: ayudar a Lila a recuperar la memoria y que vuelva a ser Lila Cassen.
Quizás es esta la película más asequible del director. Quizás no. Pero sí puede ser la que más público atraiga. No es una cinta sencilla. Antes al contrario. Hay muchas capas, muchas líneas de interpretación, multitud de matices en esta cinta, numerosas lecturas y diferentes géneros en los que Vermut se va moviendo con soltura. Es drama, es thriller, es musical, es terror psicológico, es (incluso) comedia…

‘Somos nuestra memoria’, decía Borges. Y de ello habla, en parte, de identidades, verdaderas y creadas, Vermut en la película. Cuando Lila pierde la memoria, desaparece su personalidad. No sólo su nombre, sus canciones, sus recuerdos de estrella. También sus propios gustos culinarios, su color favorito. La memoria es la identidad. También lo que otros piensan de nosotros, cómo nos ven. Y los personajes se desvanecen, porque no saben quienes son, porque han dedicado su vida a ser otra persona…
Habla también de la fama, del fenomeno fan. Violeta es esa admiradora que mimetizó a la cantante objeto de su obsesión, hasta tal punto de memorizar no solo sus canciones, sino sus gestos, sus anhelos, su ansiedad. Y habla de la relación madre-hija, no sólo con la evidente relación viciada, violenta, de una veinteañera desquiciada, despiadada, que amedrenta y amenaza constantemente a una madre débil; sino también la de Lila con Blanca, esa mujer que ha estado siempre a su lado, que ha montado toda su vida sobre la de esta, perdiendo la suya propia.
En Quien te cantará hay multitud de detalles. Y nada casual hay en ello. Que Lila y Violeta son dos caras de la misma moneda es más que evidente (sus propios nombres, dos tonalidades de un mismo color, así lo indican). Dos personajes que tienen un pasado común y cruzado: la una empezó a cantar para conseguir el dinero con el que cuidar a su madre enferma, la otra tuvo que dejar la música precisamente para poder cuidar a su madre enferma. O que la acción donde viven estas cuatro mujeres resquebrajadas, destrozadas por dentro, se desarrolle en Rota. O en la sobriedad, casi vacío, de la casa de la cantante, como su memoria…

Vermut mantiene su estilo, sobrio, oscuro, terrorífico en ocasiones (soberbio aquí el papel de una sorprendente Natalia de Molina, muy alejada de la imagen dulce a la que nos tiene acostumbrados). Una historia donde, aún más importante que la historia que vemos en la pantalla, importa todo el submundo que la recorre por debajo. Con un cuarteto de actrices brillante (sublime Eva Llorach, que se va a llevar todos los premios a los que opte), una fotografía fría a la par que luminosa, una sobria banda sonora del maestro Alberto Iglesias, Quien te cantará es, sin duda, una de las mejores películas del año.